Innovación social, ¿hacia dónde?

Compartimos algunas reflexiones y tendencias sobre innovación social de Young Foundation

La semana pasada tuvimos el placer de disfrutar de una sesión con Gorka Espiau, Director de Innovación para las Regiones y Ciudades de The Young Foundation, gracias al Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo Humano de la UPM.

Fueron dos horas muy interesantes sobre innovación social, transformación comunitaria, nuevos modelos, el papel de lo público… Gorka dejó claro que son terrenos donde no hay verdades absolutas y planteó algunos debates que actualmente están teniendo en la Young Foundation:

  • Para lograr transformaciones notables es necesario pasar de proyectos innovadores desde el punto de vista social a movimientos o plataformas de innovación social.
  • ¿La innovación social depende solo del resultado e impacto final de la iniciativa o también del impacto en las personas que participan en la iniciativa? ¿Tienen sentido la una sin la otra?
  • El modelo de innovación social se ha inspirado en el modelo de la innovación empresarial y sigue la filosofía de buscar la mejor idea para insertarla en el mercado y desbancar lo existente. ¿No sería mejor un modelo donde se deconstruya lo existente para cambiarlo?

Además de estas cuestiones de fondo, también compartió algunas pistas sobre el modelo de transformación comunitaria que están desarrollando en Gales, Canadá o Córdoba:

  • La importancia de lo cualitativo: las narrativas, los valores, la visión… son determinantes en las decisiones estratégicas que toma una comunidad. La experiencia muestra que intervenciones similares triunfan o no dependiendo de estos factores cualitativos. La escucha (soft) y los proyectos (hard) han de ir en paralelo.
  • Es primordial escuchar a las comunidades y sus relatos para llegar a conocer los valores y narrativas que las conforman y comparten. Esta esucha la lideran etnógrafos y no es puntual sino que la escucha se prolonga durante todo el proceso. Si en una zona el concepto de éxito es emigrar, será muy difícil que puedan surgir proyectos aunque haya múltiples apoyos.
  • En lo social y en la política es frecuente la falta de escucha, se identifican y priorizan las necesidades sin atender a sus destinatarios. En cambio, en el sector mercantil no suele suceder porque cliente es el centro alrededor del cual se construye la propuesta. La experiencia indica que, normalmente, las necesidades están bien identificadas pero no su orden de prioridad.
  • El nivel de innovación social está directamente relacionado con el número de agentes que participan en esa iniciativa o plataforma.
  • Su modelo de movimiento de transformación comunitaria se compone de muchos proyectos simultáneos en una misma dirección donde no se ejerce un control absoluto sobre los mismos. Como no se opta por la supuesta mejor alternativa, varios proyectos conviven y algunos llegarán a tener el impacto esperado y otros se extinguirán.

Este último punto comparte algunos rasgos con las iniciativas de impacto colectivo y se le preguntó por esta posible conexión. Gorka explicó que la principal diferencia radica en que el impacto colectivo suele enfocarse en el modelo de intervención prestando menos importancia a la escucha y a la cocreación con la comunidad.

Terminamos con un concepto final muy interesante: la licencia social para innovar. Esta licencia surge de la comunidad, es un entorno donde se extiende y se ve bien hacer cosas diferentes. Al ver a otros como yo hacer cosas nuevas, yo también me animo. Es un permiso que nunca se otorga top down.

La verdad es que fueron dos horas de disfrute e inspiración muy recomendables. Ahora, con ganas de poner en marcha alguna de las ideas de Gorka.

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