Fundación Seres y Deloitte han publicado la segunda edición del Informe del impacto social de las empresas, que se basa en los datos del año 2014. Extraemos los datos más relevantes.
En esta segunda edición, han participado 68 empresas frente a 50 del primer año, que suman 938.000 personas empleadas. Por estas magnitudes, queda claro que ha participado la mayoría de las grandes empresas españolas.
Estas 68 empresas desarrollaron 5.500 proyectos de RSE en 2014 que beneficiaron a 11,7 millones de personas. Tanto el número de proyectos como el de beneficiaros ha aumentado notablemente con respecto a 2013, cuando fueron 3.800 proyectos y 6,9 millones de beneficiarios. El estudio cataloga estos proyectos según su ámbito social de actuación tal y como se ve en el cuadro siguiente de la publicación:
El importe invertido en proyectos de RSE durante el año pasado fueron 438 millones de euros, frente a los 457 millones de 2013. El hecho de que crezcan la mayoría de los parámetros de 2014 con respecto al año previo puede deberse a que la muestra de empresas ha sido mayor, pero este crecimiento no se da la inversión en RSE. Esta menor cifra en la inversión puede deberse a que la cifra económica solo fue proporcionada por el 79% de las empresas que respondieron la encuesta.
Además de las magnitudes totales invertidas, también se profundiza en el importe medio invertido por proyecto de RSE por las empresas, que son casi 80.000 euros. Y también se cruza este dato con la tabla anterior mostrando un cuadro muy interesante donde se ve cuál es importe medio de los proyectos de RSE de las empresas según el ámbito social al que se dirigen.
Es cierto que estos importes medios pueden parecer altos a muchas empresas, y muchas ONG pueden sentir que las donaciones que reciben habitualmente son menores. Es cierto que el concepto proyecto de RSE no es unívoco y puede contemplar varias donaciones a ONG. Además, no podemos olvidar que si la acción social empresarial aspira a tener impacto real, es necesario que disponga de recursos suficientes. Una acción social que aspire a ir más allá de acciones paliativas necesita una inversión suficiente. Cambiar vidas requiere tiempo y recursos, económicos y de otro tipo.
El estudio también aborda, a nivel cuantitativo, el papel de las ONG en los proyecto de RSE de las empresas. Para poner en marcha esos 5.500 proyectos de RSE se han mantenido 5.300 colaboraciones con ONG. Y preguntan a las empresas con cuántas ONG colaboran anualmente: el 40% de las empresas participantes mantiene 60 colaboraciones con ONG o más.
En cuanto a las actividades más comunes por parte de las empresas, destaca el desarrollo de proyectos de integración laboral con colectivos desfavorecidos (7 de cada 10) y el voluntariado corporativo (8 de cada 10). Parece claro que el foco en el empleo es prioritario por el número de empresas implicadas y por el importe medio invertido en este tipo de proyectos.
También se ha preguntado sobre el papel de los empleados en las acciones de RSE. La participación de la plantilla muestra una tendencia creciente que pasa del 12 al 15,5% de 2013 a 2014, y también sube el porcentaje de empleados que participa en acciones de voluntariado, pasando del 3,6 al 4,8%. Es cierto que estos datos se quedan lejos de alcanzar a la mayoría de las personas que trabajan en las empresas. A futuro, parece que la implicación de sus profesionales sigue siendo una tarea pendiente de las empresas en sus programas de RSE.